Ya casi es diciembre y en la mayor parte del país, el invierno está en pleno apogeo. Al prepararnos para el frío, a veces nos olvidamos de nuestros peludos amigos. Por eso, hemos recopilado siete consejos para preparar a tu perro para el invierno.
1. Consíguele un abrigo a tu perro
Es bien sabido que algunos perros están naturalmente mejor preparados para el invierno que otros. Razas como los huskies, los san bernardos y los akitas tienen un pelaje grueso y de doble capa que los mantiene calientes durante el duro invierno. Sin embargo, hay muchas otras razas que no son tan aptas para el invierno. Los bóxers, los galgos y los boston terriers son excelentes ejemplos de perros con pelaje corto que no toleran el frío durante mucho tiempo. Para perros de este tipo que prefieren pasear en el frío, un abrigo es la mejor opción. Esto mantendrá a tu amigo peludo abrigado hasta que pueda entrar en casa.
2. Preparar sus articulaciones
Al igual que en los humanos, los cambios drásticos de temperatura pueden agravar los problemas articulares. Cuando hace frío, se envía más sangre al corazón y los pulmones para mantener el calor y regular la temperatura corporal. Esto significa que llega menos sangre a las articulaciones, lo que causa inflamación y dolor. Este dolor y malestar es lo último que quieres que tu cachorro experimente durante las fiestas. Adelántate al problema dándole a tu perro un suplemento articular diario. Te sugerimos nuestro PupGrade Joint Support, repleto de potentes ingredientes que no solo combaten los síntomas del dolor articular, sino también su causa.
3. Botines para caminar al aire libre
Durante el invierno, tu perro no solo tiene que lidiar con el hielo y la nieve gélidos, sino también con la sal que se deposita para retirar el hielo del suelo. Esta sal puede dañar las patas y ser tóxica si se ingiere. Lo mejor es ponerle botas a tu perro. Esto evitará que sus patas se enfríen demasiado o se expongan a la sal.
5. Mantente hidratado
El agua es esencial para que tu perro regule su temperatura corporal. Mantén un recipiente limpio con agua a mano durante el día y asegúrate de que beba después de salir. Una buena forma de saber si tu cachorro está deshidratado es revisarle la nariz. Si está húmeda, está hidratado. Si no, necesita agua.
6. Consigue una almohadilla térmica
Puede que esto parezca un poco sofisticado, pero regalarle a tu perro una almohadilla térmica puede ser un buen capricho. Es una forma rápida de calentarlo mientras descansa. Una almohadilla térmica es una excelente alternativa a una chimenea encendida, especialmente si tu perro necesita calentarse rápidamente. Solo asegúrate de vigilar a tu perro mientras usa la almohadilla para evitar que muerda el cable.
7. Aislar la cama
Independientemente de dónde duerma tu perro, querrás asegurarte de que se mantenga calentito durante las frías noches de invierno. En lugar de una almohadilla térmica, que requiere electricidad, opta por una opción más segura. Colocar mantas adicionales o una cama más gruesa puede ayudar a mantener a tu amigo calentito y acogedor.
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