Menos enfermedades
Tener un perro es una excelente manera de exponerse a una mayor diversidad de bacterias. Aunque suene horrible, en realidad es increíblemente beneficioso exponerse a diferentes bacterias. Ayuda a diversificar y fortalecer el sistema inmunitario, lo que hace que uno se enferme con menos frecuencia y gravedad que quienes no tienen perro.
Más ejercicio
No es ningún secreto que los perros necesitan ejercicio. Para lograrlo, debes interactuar y jugar con tu perro. Tener un perro te permite hacer más ejercicio y disfrutar de una mejor salud cardíaca y más energía.
Más feliz
Estudios han demostrado que los dueños de perros son menos propensos a sufrir depresión que quienes no los tienen. Los perros requieren cuidados y atención, lo que puede brindarles a los dueños un fuerte sentido de propósito: cuidar a otra criatura. También ayuda a los dueños a ser más activos, lo que reduce la probabilidad de depresión.
Menos estrés
Se ha demostrado que los niveles de estrés en las personas que interactúan con perros con frecuencia son menores que en las personas que no lo hacen; muchas empresas han estado introduciendo días de “Traiga a su perro al trabajo”, que pueden ayudar a fomentar la productividad y reducir el estrés.
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